Pasado, presente, futuro.

Pasado... el de una ciudad, el de un país, el de unos ciudadanos que un día sufrieron el dolor de la guerra en su alma, el de unos niños que no crecieron en felicidad, el de una tierra que se desgarró del fuego del cielo, el de una noche iluminada por diparos y bombas, el de un día lleno de terror.

Presente de un mundo en continua evolución, el de curar heridas, el de olvidar rencores y palizas, el de pensar sólo en ese mismo presente, el de niños con ilusión, el de una nueva vida, el de pensar sólo en el futuro.

Futuro, el de esperanza, el de dar y recibir amor, el de calles llenas de sol, el de libros nuevos, vidas nuevas. El de no más gritos, el de no más odio ni rencor.

Dubrovnik (Croacia 2oo9)

La chica del agujero.

Llegó como de la nada, de la más absoluta oscuirdad salió su cuerpo frágil, atormentado por las héridas de una vida que intenta dejar atrás.
Empieza a caminar entre las rocas, tambaleandose e intentando no caer, reuniendo la fuerza que tiene esparcida por todos los rincones olvidados de su alma para mirar al frente. Sus ojos apenas ven entre tanta luz, siguen cegados por el negro interior de su cuerpo, y va palpando con las yemas de sus dedos el aire por el que debe ir deslizandose suavemente.
Igual que en un sueño, se siente un ser ligero, casi sin peso y todas las cosas atraviesan su cuerpo sin hacerle el más mínimo daño. Su vista al frente, su pelo volando, sus labios saboreando agarrando la libertad para poder saborearla.
Abandona ya su agujero, la opacidad presionó sus poros hasta la estenuación y su piel apenas podía respirar. El sol la vigila en lo alto, ha vuelto al punto que ella quería, simplemente su final no le gustó, o no podía ser ese, cree en otro mejor para ella, cree que debe seguir buscandolo.


((( Un cuento lleno de ventajas... cuando llegas al final, caes por un agujerito y vuelves a empezar en la mitad de la historia... )))
Lucía y el sexo.
Julio Medem.-

Tú y yo

Tú y yo, y el mar, y el sol, y las rocas, y las gaviotas, y el cielo, y la pasión, y nuestros pies uniendonos en un sólo cuerpo a los dos.
Tú y yo, y el salitre inundando nuestros poros, y nuestro deseo desatascando cada rincón de los mismos, y tus manos recorriendo mi cuerpo, y mis labios adorando el tuyo.
Tú y yo, y el tiempo para nosotros sólos, y el mundo para nosotros sólos.
Tú y yo, y los demás admirando nuestro amor, y la vida siguiendo a nuestro alrededor, y mis ojos perdidos en los tuyos, y navegando en su mágico color.
Tú y yo, y nada más, y los años nada más, y los daños nada más, y el viento nada más, y nada más nos moverá de aquí, y las rocas serán nuestros escudos, y las estrellas nuestras vigilantes.
Tú y yo, y yo, y tú, y tú y yo, y yo, y tú, y tú... y... tú... y ... tú.