sábado, 10 de noviembre de 2012

Paseo nocturno.

     Solíamos pasear bajo la luz de las farolas, solíamos calentarnos con su luz y deslizarnos por las baldosas de la ciudad entre los sonidos de las estrellas, como aquella que en esa noche bajo a tocar su arpa. Parecía un ángel deslizando sus dedos por las cuerdas, dejando que las nubes acariciaran las notas.
     La ligera brisa acariciaba su tersa y blanca piel, removía las profundidades de las faldas ligeras, agitaba dulcemente las flores y la hierba de los jardines lejanos. Todo era armonía a nuestro paso, hasta sus dedos se entrecruzaban con los mios, formando un muro infranqueable para el más fornido guerrero.
     Podía notar el aroma de la cercana primavera por cada uno de mis poros, podía notar como ensanchaba mi alma, como crecía mi corazón al ritmo del tambor que marcaba el amor de sus pies acompasados a los mios... sentía como su pelo se pegaba a mi cara enredandose en mi barba, como sus labios susurraban besos de azúcar, como la gran orquesta de la urbe acompasaba sus afinados instrumentos con el olor a algodón de feria que desprendíamos, como todo parecía girar a nuestro alrededor, como los coches nos cedían el paso y los autobuses nos esperaban en la estación... podía notar la misma vida dentro de mi.

jueves, 20 de septiembre de 2012

Esperándote.

    Mi timbre añejo se ha quedado por esperar lo inesperable, por estarse quieto ante las cámaras e impasible ante otros dedos.
    Mi timbre ya no rie, ni llora, ni funciona, ni suena... mi timbre ya no vive desde que tú no lo tocas. Mi timbre no se exhibe ante vecinas presuntuosas que se contonean calle arriba, con miradas lascivas, faldas cortas y besos furtivos.
    Y son mis oídos los que se han quedado sordos, porque no oyen su sonido, porque no oyen tus palabras, porque ya no esperan la pregunta de si hay alguien en casa.
    Mi timbre se ha manchado, se le ha corrido el rimel, su base de maquillaje ha emborronado su cara y es por esto que a veces cuando alguien viene a mi puerta ya ni le mira. Se sientre triste, olvidado y repudiado porque todos le vuelven la mano.
    Ay, pobre timbre! Fuiste la alegría de mi calle, con tu sonoridad marcando el eco por las esquinas. Fuiste la fiesta en mi casa y la tristeza en la del vecino, y ahora que te has ido, mi corazón se ha inundado entre recuerdos descolocados, abrazos rotos y guiños perdidos.

lunes, 10 de septiembre de 2012

Venus.

     Asoma su primer destello entre los colores imposibles del mundo, se sonroja y se ilumina con tanta facilidad que destaca por encima de todo, y cuando todos se van, se maquilla la primera, coqueta y presumida, en la luna se balancea.

     Le gusta ver las cosas desde su lugar privilegiado. Dicen que le gusta pasearse al atardecer, que trasnocha, que se ha encargado de vigilar los sueños de la gente, que se pasa las horas en vela tratando de solucionar los problemas del día que se fue, que sonrie en la noche ante los piropos de la gente, y el brillo de sus labios vuelven a dar el día, tratando de quitarle el puesto al sol.

     Corre el tiempo pero ella sigue igual, se contonea, se balancea entre montañas, entre nubes y aires de superioridad, se mueve sigilosa entre millones de constelaciones, entre bares y luces de neón, se siente grande, se siente la mejor, se siente una estrella, y no se da cuenta que jamás lo será.

miércoles, 20 de junio de 2012

Madrid skyline.

     Muere el sol allí donde el cielo y la tierra se besan incesantemente, donde las nubes acarician las mejillas de los árboles, donde los pájaros parecen caer a la nada, allí, en el mismo infinito, un día estuvo mi alma, corriendo a sus anchas como un niño pequeño, jugueteando con las azoteas de los edificios, patinando por el asfalto de las grandes vías, atragantandose con aros de azúcar y besos de miel.
      Al final de todo, lo más lejos posible, mi alma durmió, se despertó y descansó siempre que pudo, aupó a los altares del corazón a la luz más brillante que hubo, y fue junto con ese sol que muere tras la colina, con quien descubrió lo que era la vida.
     Puede incluso que hoy, cuando todo agoniza, resida un pedacito de mi en ese sol abrasador que todo ilumina, y puede que entre esos rayos casi desaparecidos, la agonía aún no tenga llanto, y esos brazos que el sol me tendió, sigan debajo por si un día caigo. Pero ahora, en este momento en el que el mar llena mis ojos y la arena tapona mis oidos, ese horizonte queda tan lejano, que ni la gran Santa María, llegará nunca a su puerto.

martes, 22 de mayo de 2012

El cementerio de los libros olvidados.





           ... por un momento me sentí como Daniel en el cementerio de los libros olvidados que ya el gran Zafón nos describió con tal perfección que parecía como si estuvieramos en él. Bajé unas escaleras oscuras, frias, interminables y con un eco que hacía rebotar el sonido hasta de una araña. Dudé en entrar, no sabía que podría encontrar allí, pero a la vez la curiosidad que me producía era tal, que ese pellizco en el estómago me hizo dar un paso adelante, y fue así como empecé a descender por ese extraño túnel.
     Una vez en la puerta, respiré hondo, una vez, dos veces...tres, y así sucesivamente hasta que dejé que mi mano se pegara al picaporte. Lo agarré timida y a la vez fuertemente, sin titubeos empecé a deslizarlo hacia abajo, mi corazón empezaba a acelerarse, temía que alguien de arriba me oyera y pudiera sacarme de allí tan rápido como la luz recorre el cable del interruptor a la bombilla, así que sin que diera tiempo a que mi cabeza imaginara situaciones desagradables que acababan conmigo de patitas en la calle, me colé dentro. Era una sala pequeña, llena de estanterías que a su vez estaban llenas de libros, que a su vez estaban llenos de polvo y desconchones a diestro y siniestro. Enseguida noté la presencia de alguien al fondo de la habitación, pero esta vez era alguien conocido. Mi amigo el bibliotecario andaba trabajando con ahínco ordenando como podía una gran montonera de libros viejos. Saludé, y enseguida escuché la contestación con voz calmada y ahogada que él solía tener, con una ligera exclamación en su tono, y ese cariño que se notaba cuando hablaba con alguien cercano. Allí, apartado del mundo, en el más frío y húmedo sótano que jamás he llegado a ver, estaba mi gran amigo con sus huesos congelados, repudiado de la sociedad, desterrado de la que fue su vida durante años, alejado de esos momentos en que en la soledad de su estudio solía pasar largas horas tratando de acercarse en la distancia, un poquito a los demás, y aún así, no perdía esa gran sonrisa de bonachón, ese buen alma, ese amor de pequeñas dosis que repartía sin dudar...

miércoles, 7 de marzo de 2012


¿Cómo medimos el tiempo? ¿Somos realmente conscientes de la duración de un año? A veces parece que los años se hacen eternos, y otras veces vuelan sin pena ni gloria, sin que nos haya dado tiempo a disfrutar de esos momentos dulces que nos han dejado, cegándonos sólo en los momentos tristes, en los días grises y en los caminos llenos de polvo y piedras.

Seguramente si fuésemos apuntando en una libreta las cosas buenas del año, ganarían a las malas, sólo que deseamos tanto que nos lleguen más cosas buenas, y a ser posible mejores que las ya vividas, que las olvidamos pronto, y nos llenamos de tristeza por la pena de no conseguirlas.

Hace cuatro años, el 2008, a nivel personal fue un año muy agitado, ni que decir tiene que ganar la Eurocopa de fútbol fue algo casi inesperado para mi, al igual seguro que para mucha gente del país, y lo que sentí en esos días fue grandioso, aunque la felicidad no fue completa, meses atrás sucedió algo que lo cambió todo, pero sé que no puedo cegarme en eso, sé que no puedo dejarme arrastrar por aquella tristeza que tan duro me golpeó, y por supuesto, no fui al que más duro le dio.

Ese año, febrero fue uno de los meses más negros que he vivido, la sensación de la mayor injusticia de la vida se apoderó de mi, incluso podría decir que fue un año oscuro también, pero… no quiero pensar eso, y trato de centrarme en los dos años anteriores que tuve la ocasión de conocer a un gran chico y compartir muchas cosas, sé que hubiera sido genial compartir muchas más después de marzo, pero me quedo con sus bromas, con sus sonrisas, sus palabras, y sobre todo el amor que daba a los suyos, y sobre todo… con su pequeña.

Soy un gran afortunado por conocer a Zaira, porque simplemente me haya dedicado algunas de sus sonrisas, por que me llame tito, porque me enseñe tanto sobre ella, sobre mi y las cosas que soy capaz de hacer por ella, sobre educación de niñ@s, sobre juegos, sobre el cole, sobre lo que significa tener a alguien como ella al lado y lo que significa cuidarla y al menos tratar de educarla, tanto cuando ríe como cuando llora. Soy un gran afortunado por los paseos que hemos dado, por sus “te quiero”, por sus besos y abrazos, por enseñarme a colorear, por hacerme reír tanto, por… creo que no acabaría jamás… porque todo lo que yo le doy, no es ni la mitad del amor que me da ella, me enseña tantas cosas, que en la vida acabaría de decirlas.

Hoy mi peque cumple cuatro añitos, si, cuatro ya, toda una… niñita, jeje, tan guapa, tan simpática, cariñosa, dulce, amable… un momento, voy a tapar el ordenador que se me estropea de las babas… Cuatro años hace ya que estábamos esperando-desesperad@s en la sala de espera del hospital, que la niña decía que no le apetecía mucho salir, que ya cuando fuera primavera del todo. Tras unas largas horas Eva dio a luz, que seguro que ya tenía ganas, con aquella barrigota que tenía, que daba la sensación de que en cualquier momento explotaría. Al fin pudimos ver un ángel, el ángel, que otro ángel nos regaló para que lo cuidáramos en la tierra, y así lo hacemos, y yo trato siempre de darle lo mejor, aunque a veces haya que ponerse serio, pero al final ella que es inteligente lo entiende, como cuando por fin, tras insistirle varias veces que tenía que darme la mano para cruzar la calle antes de dejarla “libre” por la calle empedrada, un día, sin yo decir nada, cuando vio que había que cruzar, me dio la mano, sin más… prueba superada!!!

GRACIAS POR DARME LA MANO ZAIRA, MUCHAS FELICIDADES SOBRINA!!!

jueves, 16 de febrero de 2012

La soledad del cámara.


Hoy he recordado la primera vez que estuve en la emisora, fue en el programa de dedicatorias que hacían por las tardes Fran y Ana. Después, descubrí Movida Asako, con el gran Fane DJ', y esos colaboradores que más tarde, una vez estando yo con programa propio, primero Frecuencia Bakala y luego Cápsula Activada, volverían con cultura techno... a algunos no los conocí, pero si recuerdo sus voces, había una chica que no conozco, y luego Pinilla, Joaquín, Roland, Alises, Choka...
Fue en ese intervalo en que Fane fue a descubrir mundo a Inglaterra, cuando yo entré a formar parte de la radio local junto a Andrés, primero con media hora de programa, luego una hora y finalmente dos, con cambio de nombre incluido, y cambio de compañeros, entre los que destacó Dj' John, porque... arriesgarme a decir más colaboradores es olvidarme de alguien, no porque tuviera poca importancia, si no porque fueron muchos y no sé si sería capaz de decir todos los nombres. No puedo decir un número, entre los que fueron a poner su voz, o las voces de sus personajes como aquella mítica Josefa, y los que venían a pinchar, los que prestaban su música, los que llamaban... Y creo que fué ahí dónde empecé a conocer a Jocan, hoy gran amigo y compañero de "fatigas" carnavaleras, y como a él, a tanta gente que pasaba por allí con sus programas, como los chicos de la hora del Dr. Jeckyll y Mr. Hide.
Paralelamente, me iba formando en la Escuela de Artes de Tomelloso, primero en bachillerato y luego en fotografía, a la vez, en Manzanares no desaprovechaba la ocasión y aprendía en la escuela de Onda Mancha todos los secretos de la radio, ya que después de que la Reina del Country dejara de hacernos el control, yo manejaba esa gran mesa de mezclas, los platos, los cd's... enfatizaba mi voz, llenaba los silencios...
Al acabar mis estudios en Tomelloso, la emisora pública municipal me brindaba otra oportunidad, esta vez fue la de mi primer trabajo, ya no en la radio, si no en la tele, dónde he crecido, he aprendido, he disfrutado, he sufrido, he conocido a gente, he hecho amistades...
De nuevo un nutrido grupo de nombres se agolpan en mi cabeza, Pedro David, Fran, Ángela, Ana Rosa, Casado... sin olvidarme de los becarios de verano, Carmen, Anita, Gabi, Jocan, Jose, Silvia... perdón quien se me olvide. Y por supuesto con los que he acabado esta etapa, Rosa, Fanny, Juan, María, Juanjo, Leo (aunque sólo fueran unos meses), y por supuesto Zarza, tan tonto como yo con quien me he reido mucho y Bea, sufridora de las payasadas de Zarzita y yo.
Han sido más de 6 años, llenos de anécdotas, de risas, de trabajo, de lucha, de alguna riña que luego quedó en nada, y de tantas y tantas cosas vividas... pero, no me siento desdichado, hundido ni nada así, todo lo contrario, soy muy afortunado de esta oportunidad que la vida me brindó en su momento, de haber conocido a tanta gente, de poder haber trabajado, de haber compartido mi vida con esta gente, de haber aprendido tanto, de haber demostrado a los demás y a mi mismo muchas cosas, y de haber sacado adelante grandes cosas con pocos medios.
No voy a decir que es la última vez que hago tal o cual, porque eso nunca se sabe, nadie puede asegurar al cien por cien que el día de mañana no este grabando otro partido, haciendo voz populi, o que no esté montando un informativo más. Y por supuesto, ya no hay más sitio para las lágrimas, sólo un día vinieron a visitarme, pero... tenían otras cosas que hacer, como yo, que guardaré en mi corazón todo lo vivido, y jamás olvidaré el cariño demostrado en estas últimas semanas, no pensaba que fueran tan importante para gentes y asociaciones del pueblo, jeje, GRACIAS!!!
Y gracias a mis compañeros, por ser una piña, por todo lo que me han enseñado, por lo que me han hecho reir, por lo que hemos disfrutado, y porque sé que jamás los perderé!!!
Am, casi se me olvida... la foto...fue de mis primeras salidas, además fue la más lejana, a Ruidera, nos invitó la Junta de Comunidades, y allí que me fui, fue una mañana amena... no recuerdo el nombre de la chica que me hizo esa foto ni de que medio era (Juanjo podría confirmarmelo), pero si me acuerdo de su título, "La soledad del cámara".
Y así se cierra una etapa, otras nuevas vendrán, de momento ya no seré "Germán el de la tele"... o si?